A. presentaba una mordida abierta anterior muy evidente. Ya había llevado dos veces ortodoncia de brackets metálicos convencionales, en otras dos clínicas dentales, y quería volver a tratarse de forma definitiva con ortodoncia lingual, porque no quería llevar aparato por fuera otra vez, ya que trabaja como higienista dental.
Le planteé un tratamiento con ortodoncia lingual superior e inferior y microtornillos de anclaje para la intrusión de los molares posteriores -es decir, que si queremos que los dientes de delante contacten entre sí, los detrás deben «meterse» dentro del hueso- y para eso hace falta una ayuda externa, evitando así el uso innecesario de elásticos: o sea, una ortodoncia cómoda, que no se ve, rápida, y además en la que el paciente no tiene que cooperar ni ponerse o quitarse nada. Todo el trabajo lo hacemos nosotros.
El tratamiento resultó ser todo un éxito, y mucho más rápido de lo planeado: en sólo 9 meses de tratamiento se cerró la mordida y se quitó el aparato.
Gracias A. por ser una paciente tan alegre y divertida. Ha sido un placer ayudarte a conseguir la sonrisa y el buen encaje de dientes que querías!!.